Escuela de sangre, de Mark Rhode

Simon y Mark son incapaces de imaginar algo más horroroso que tener que trasladarse de Berlín, la metrópolis, al páramo de Brandeburgo. Lo único que los adolescentes esperan, con enorme expectación, son seis semanas de vacaciones de verano, pero su padre les juega una mala pasada. Los ha inscrito en una escuela muy especial, situada en medio de una isla boscosa y solitaria. En ella se enseñan las mismas asignaturas que en el infierno…

El autor

Tras el seudónimo Max Rhode se oculta el conocido autor Sebastian Fitzek. Max Rhode es, además, el protagonista de El proyecto Joshua, la novela de suspense escrita por Fitzek (Ediciones B, 2016). En esa obra se menciona La escuela de sangre, el libro de Rhode... que aquí está, para deleite de los lectores. Sin embargo, ambos libros son autónomos y pueden ser leídos en cualquier orden.

Escritor alemán, Sebastian Fitzek estudió Derecho, especializándose en el campo de los derechos de autor, antes de iniciar su carrera como periodista, siendo conocido por su labor en varios programas radiofónicos, siendo director de programación en la emisora berlinesa 104.6 RTL.

Fitzek comenzó su carrera literaria con el libro de intriga psicológica Terapia, que se convirtió en todo un bestseller y con el que consiguió el Premio Friedrich Glauser. Varias de sus obras han sido llevadas al cine y la televisión con gran éxito de público.

Con más de cuatro millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, Fitzek ha sido traducido a más de veinte idiomas. De entre su obra habría que destacar títulos como Terapia, El experimento, Pasajero 23 o El sonámbulo.

Impresiones

Las dos novelas de Sebastian Fitzek que he leído, Pasajero 23 y El proyecto Joshua, me gustaron mucho. Así que en cuanto vi que publicaba nueva novela y que lo hacía con el seudónimo del protagonista de su anterior novela, El proyecto Joshua, no podía dejar de leerla.

Es una novela catalogada de terror psicológico.  Comienza con las páginas de un diario que el protagonista de la historia, Simon, escribe para su psiquiatra. Será Simon quien nos vaya contando la historia. Sabemos que está encerrado en un psiquiátrico por algo que pasó en su pasado y que tiene que ver con la mudanza de su familia a la antigua casa familiar de su padre en 1993. Allí conoció el mal.

No os cuento más porque es mejor que vosotros los descubráis, en este estilo de novela es mejor ir sin saber nada o lo menos posible.

Es una novela de lectura ágil y ligera con estilo directo y lenguaje sencillo, en la que destaca la atmosfera inquietante que el autor sabe plasmar con su estilo, pero reconozco que esperaba más, que no he encontrado ese halo adictivo que si he encontrado en sus anteriores novelas y que no me ha llegado a enganchar, e incluso en ciertos momentos me ha resultado un tanto pesada. No digo que este mal escrita o que la trama no sea buena, pero a mí no me ha llegado a convencer, eso no quita para que al que le guste este estilo no le parezca un buen libro, porque lo que sí que puedo decir es que está bien escrito y que el autor sabe plasmar el miedo y el pánico que los protagonistas sienten. Y he de reconocer que tiene un final muy bueno, sorprendente.

Dicho esto, solo puedo decir que, si os gustan el terror psicológico y lo sobrenatural, no os perdáis esta novela; si no os vuestro estilo, como me ha pasado a mí, es mejor dejarla pasar.

2 estrellas en Goodreads por que no ha llegado a engancharme. A pesar de ser un autor que me encanta, con este libro no me ha convencido.

Nos leemos,

Ayla