Tienes hasta las 10, de Francisco Castro

«Antonio no daba crédito al correo electrónico que acababa de llegarle... Era de su padre, fallecido el día anterior.»

Así comienza Tienes hasta las 10, una emocionante historia de intriga y suspense en la que Francisco Castro construye una trama que contiene, a su vez, muchas historias diferentes. A través de correos electrónicos, cartas y otros tipos de pistas misteriosas y sorprendentes, el propio padre del protagonista después de muerto, o alguien que se hace pasar por él, va a forzarlo a investigar un suceso terrible del pasado que aún no ha sido resuelto.

Libros misteriosos, venganza desde el más allá, historias de amor que deben permanecer ocultas, todo un conjunto de tramas en una novela que recorre no solo la historia reciente de España y Galicia, sino también los corazones de los amantes que lo son de verdad.

El autor 

Francisco Castro (Vigo, 1966) es escritor y editor. Ha publicado relatos eróticos, novelas históricas (como Memorial de infortunio), vivenciales (Generación Perdida)... 

Posee todos los grandes premios de la literatura gallega, entre otros, el Blanco Amor de Novela por Spam, que ganó en el año 2005, también traducida al italiano. Atesora premios de periodismo y su novela para niños Me llamaba Simbad, además de recibir múltiples reconocimientos en lengua gallega, entró en la Lista de Honor de IBBY 2012. El niño perro, escrita en colaboración con Fina Casalderrey, entró a formar parte, en 2012, de la colección de libros del Centro IBBY de Documentación para Niños con Dificultades Especiales de Oslo. Sus obras han sido traducidas al castellano, catalán, italiano, portugués y euskera.

Impresiones

La historia comienza con el fallecimiento del padre del protagonista, Toni. Después del funeral vuelve a su casa en Coruña. Y allí se va a encontrar una sorpresa, un email de su padre “Hijo querido: tienes hasta las diez”, el primero de una serie de enigmas, adivinanzas y pistas para descubrir algo que su padre quiere que conozca.

Su padre fue director de un importante periódico de Vigo, Eco de Vigo, a punto de jubilarse. Cuando Toni, el protagonista, era pequeño jugaban a los enigmas y adivinanzas y cuando resolvía el enigma su padre le premiaba con una chocolatina. Al principio, Toni duda de la autenticidad de los email que recibe, pero luego se va a dar cuenta que es su padre o alguien que se hace pasar por su padre quien se los envía pues es la misma dinámica que sus juegos infantiles. Su padre quiere que descubra algo y a través de las pistas va a llegar a algo que su padre nunca le contó, una historia del pasado.

En esta novela nos vamos a encontrar varios temas: el amor en sus diferentes variantes, venganza, la lucha por la libertad y por los derechos, la libertad de prensa y la censura,… A través de los mensajes que el padre de Toni le envía vamos a ir acercándonos a un período de nuestra historia donde había que luchar en la clandestinidad por nuestros derechos y como los periódicos para poder publicar ciertas cosas tenían que pasar por la censura, pero había argucias para poder contar ciertas cosas sin temor a las represalias. 

La novela está bien escrita, su prosa es sencilla y fluida, es dinámica sin ser de ritmo vertiginoso, es original y se lee en un suspiro. Posiblemente, como esperaba más de ella, tenía altas expectativas, no me ha llenado del todo. Me  ha parecido previsible y a lo mejor era eso lo que el autor quería, pero, no sé, el enigma, aunque se resuelve bien, no me parece que sea algo para tirar cohetes ni tener que montar todo eso para que Toni lo descubra, creo que se lo podía haber contado en persona o incluso por carta, pero tanto rollo para eso…, me parece excesivo. Pero bueno, la historia está bien y está bien escrita, mantiene un ritmo constante, mantiene bien el suspense.

Le doy 3 estrellas en Goodreads por su originalidad y por ser entretenido.

Si os gusta este tipo de novelas no dudéis en leerla, yo le he puesto peros pero a vosotros os puede gustar, no es una mala novela, es entretenida y, a veces, eso es lo que importa, que al leerlo te entretenga y pases un buen rato.

Nos leemos, 

Ayla