Una isla perdida en el mar del Norte.
El temporal se cierne sobre St. Kilda y casi
todos han huido en el último ferry. No quedan en la isla más de cincuenta
personas, entre ellos Carmen, una mujer española que trabaja en el pequeño
hotel local, y un puñado de pescadores. Serán ellos quienes encuentren un
misterioso contenedor metálico junto a los acantilados.
A través de unos personajes llenos de matices y
secretos, atrapados en el corazón de la tormenta, Mikel Santiago nos plantea la
pregunta que sobrevuela cada página de la novela...
El autor
Mikel Santiago nació en Portugalete (Vizcaya) en 1975. Consagró su juventud a tocar en bandas de rock y más tarde empezó a publicar relatos y novelas cortas por internet, con las que consiguió llegar a la lista de best sellers en España y Estados Unidos. Sus novelas La última noche en Tremore Beach y El mal camino han cosechado un éxito rotundo de crítica y público en todo el mundo. Ha vivido en Irlanda, de donde sacó las ideas para escribir esta novela, y actualmente reside en Ámsterdam, donde trabaja en el mundo del software. Cuando no está entre ordenadores, se dedica a escribir y a tocar la guitarra con su banda de blues-rock.
Impresiones
Del
autor había leído El mal camino y El extraño verano de Tom Harvey, que
fueron novelas que me resultaron entretenidas. Su nueva publicación me llamó la
atención y decidí leerla.
Todo
gira en torno a una gran tormenta en St. Kilda y el descubrimiento de una caja
metálica encontrada por los pescadores del lugar. A su vez, también es
rescatado Dave, un militar que se encontraba en el avión que transportaba la
caja antes de su accidente y que quiere recobrar la caja para protegerla o destruirla,
pues esa es su principal misión. Pero los pescadores que la encuentran no se lo
podrán nada fácil, pues ellos quieren abrirla para hacerse con lo que hay
dentro. Pero al estar junto a ella, hará que los instintos animales salgan a
flote y no se comportaran muy bien, sumiendo a la isla en un estado de caos que
pondrá la vida de los pocos habitantes en peligro. Otro de los personajes importantes
en la historia será Carmen, una española que huye de algo que le pasó en el
pasado y que encuentra en su trabajo en el hotel regentado por Amelia, su tabla
de salvación. Ella también tendrá que hacer frente a los pescadores y en
especial a McGrady, uno de los cabecillas, que ya la tenía en su punto de mira.
St.
Kilda es una isla incomunicada con pocos habitantes, por lo que la acción se
centra en un espacio limitado y da lugar a un ritmo rápido con constantes
escenas de tensión. Todo esto lo contribuye sus capítulos cortos y su narrativa
sencilla y amena. Es una novela donde encontramos tensión, terror y ciencia
ficción, muy al estilo de Stephen King.
Y aunque el suspense se palpa en todo momento, a mí no me ha llegado a
convencer del todo. Es verdad que se lee rápido, que es entretenida, pero la
historia, la trama, no me ha atrapado. Lo sobrenatural no es mi fuerte y no soy
muy amante de este género ni de Stephen King, por lo que, aunque no me ha
disgustado su lectura, tampoco me ha encantado. Pero reconozco que a los
amantes de este género les gustará, pues como he dicho se lee muy bien y es de
ritmo frenético y sus personajes principales están bien perfilados.
Por
lo tanto, aunque, para mí no ha sido lo que esperaba, sí que recomiendo su
lectura para todo aquel amante del género de terror y la ciencia ficción, a los
que les guste las tramas potentes con un toque sobrenatural.
3 estrellas en Goodreads.
Os dejo los enlaces de Amazon:
Nos
leemos,
Ayla