Agatha Raisin y el mago de Evesham, de M.C. Beaton

Este verano pinta mal para nuestra heroína: James ha vuelto a salir de viaje y ha dejado el cottage más vacío que nunca; el sargento Bill Wong, compañero de hazañas detectivescas, está de vacaciones; y lo peor, a Agatha le acaban de salir canas. ¡Con lo orgullosa que siempre ha estado de su pelo tupido y lustroso! La ley de Murphy es implacable, y el tinte casero con el que pretendía disimular sus canas ha convertido el gris en color púrpura. ¿Cómo reparar el desaguisado? Le han dicho que en Evesham, un pueblo a quince kilómetros de Carsely, hay un peluquero excelente. Y tienen razón, porque además de devolver el color de pelo a Agatha, le ha alzado un moño francés que le hace parecer más delgada. Pero hay otro plus para el bien apodado mago de Evesham: es alto, rubio y tiene los ojos azulísimos. ¿No es extraño que alguien tan apuesto le tire los tejos a Agatha? ¿Son ciertos los rumores de que el peluquero siente predilección por las mujeres adineradas de mediana edad? La detective no tendrá tiempo de coquetear con Mr. John porque, pocos días después de conocerlo, aparecerá envenenado en su propio salón...

La autora

M.C.Beaton es el seudónimo tras el que se esconde Marion Chesney cuando escribe novelas policíacas y de misterio. Nacida en Glasgow, en 1936, trabajó para varios periódicos y revistas como crítica teatral, editora de moda, reportera de sucesos y reportera jefe de la sección «Mujer». Después de casarse y tener un hijo, la familia emigró a Estados Unidos, donde tras unos inicios difíciles conseguirían trabajo en el nuevo periódico sensacionalista de Rupert Murdoch: The Star. Ansiosa por pasar más tiempo en casa con su hijo pequeño, Marion comenzó a escribir novelas de forma prolífica. Un curso de pesca durante las vacaciones le inspiró su primera novela policíaca que daría lugar a la serie del detective Hamish Macbeth. De vuelta a Escocia, Marion y su esposo compraron una granja para dedicarse a la cría de ovejas, pero posteriormente se mudaron a la apacible región de los Cotswolds, donde, en 1992, nacería Agatha Raisin, la carismática investigadora de una de las series de novelas de misterio más populares en el Reino Unido, y de la que hasta la fecha se han publicado más de veinticinco títulos, entre los que cabe citar Agatha Raisin y la quiche letal, Agatha Raisin y el veterinario cruel y Agatha Raisin y la jardinera plantada.

Impresiones

Me apetecía algo ligero tras leer Reina Roja de Juan Gómez-Jurado, un thriller muy adictivo, y Todo lo Mejor de César Pérez Gellida, otro novelón, esta vez una novela ambientada en los años 80 en la Alemania Oriental, una novela de espías y con algún que otro asesinato, pero ya os contaré más en su respectiva reseña.

Ya sabéis que a mí de vez en cuando me gustan las novelas de la Golden Age o las llamadas cozy mistery, novelas ligeras de misterio que sirven para desconectar, ya que tienen ese toque de humor británico, que las hacen entretenidas y fáciles de leer.

Esta novela es la octava novela de una serie de 29 libros, no todos traducidos, cuya protagonista es Agatha Raisin, una mujer de unos 53 años, que, tras triunfar en los negocios, decide jubilarse, vender su empresa de relaciones públicas e irse a vivir a una casita de campo en Carsely, en los Cotswolds.  Una mujer con carácter, que aburrida, no duda en investigar cuanto crimen se le cruza por el camino, unas veces ayudada por su adorado James Lacey y otras por Sir Charles Fraith. En esta novela será este último el que la acompañará en sus pesquisas. También volveremos a encontrarnos con Sra Bloxby, Bill Wong y demás personajes del pueblo de Carsely, aunque la trama se va a desarrollar en un pueblo cercano, Evesham, donde un nuevo peluquero está haciendo las delicias de las señoras, es atractivo y sabe cómo regalar los oídos a sus clientas. Por lo que Agatha no duda en ir a arreglarse el pelo. No tardará en darse cuenta que algo oculta Mr. John y decide averiguar que es, pero un asesino se adelanta y junto con Sir Charles Fraith deciden averiguar quién y por qué le han matado, dejándola sin el peluquero que sabía como tratar su pelo.

Como veis, sigue el mismo esquema de sus anteriores novelas. Agatha no duda en meterse en líos por averiguar quién es el asesino, sin contar con la policía. Es una novela entretenida, que se leen en un suspiro, con un lenguaje sencillo y divertido y una trama simple que hace que pases una lectura agradable. Como todas las novelas encuadradas en este género, el cozy mistery o misterios agradables, no hay delitos sangrientos ni violencia, si no historias frescas con personajes peculiares ambientadas en un pueblecito entrañable y con ese toque de humor inglés que hace que cojas cariño a los protagonistas y al pueblo. No es la novela del año, pero a mí me ha gustado volver a encontrarme con Agatha y sus vecinos, me ha hecho pasar un buen rato con su lectura y las aventuras de esta peculiar mujer.

Una novela ideal para una tarde de otoño con una buena taza de té o café, que te hará pasar un rato entretenido con los habitantes de este peculiar pueblo de la campiña inglesa y sobre todo con Agatha, una detective aficionada a la que no le importa meterse en líos para descubrir al asesino, mientras espera al amor de su vida.

3 estrellas en Goodreads.

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Nos leemos,

Ayla