Que las Diplomatic Ladies’ Society ofrezcan un té a las
cinco y que la hora de visita en Rikers Island, una de las peores prisiones de
los Estados Unidos, comience al mismo tiempo son dos circunstancias sin ninguna
relación, salvo que Anne Starling ande de por medio.
Tras recibir la desesperada petición de ayuda que le envía Drew Peterson, un policía encarcelado por un crimen que dice no haber cometido, la disyuntiva entre acudir al té para damas o visitar en la cárcel a un hombre acusado de asesinato es del todo irrelevante para Anne, que no dudará en lanzarse a una nueva aventura detectivesca con el fin de demostrar la inocencia del policía.
Tras recibir la desesperada petición de ayuda que le envía Drew Peterson, un policía encarcelado por un crimen que dice no haber cometido, la disyuntiva entre acudir al té para damas o visitar en la cárcel a un hombre acusado de asesinato es del todo irrelevante para Anne, que no dudará en lanzarse a una nueva aventura detectivesca con el fin de demostrar la inocencia del policía.
Para su desgracia, o quizá porque al Universo le gusta jugar de vez en cuando con cartas marcadas, Crawford está convencido de la culpabilidad de Peterson, por lo que desafiará a Anne a una competición detectivesca que determinará quién de los dos tiene razón.
—¡Ajá! —Anne sonrió con malicia—, así que cree que hay algo turbio en este asunto y su fe en mí comienza a despertar.
—No. Lo siento, señora Starling, creo que Peterson lo tiene muy crudo, pero como de todas formas usted va a investigar, quiero asegurarme de que no se mete en ningún lío.
—Le encanta esa palabra.
—Le va como un guante, no lo negará.
—Y usted no podrá negar que suelo tener razón.
—Creo que en este caso se equivoca.
—¿Quiere apostar a que no? —Crawford entornó la mirada y
Anne se preguntó qué estaría pensando. Creyó adivinarlo y le lanzó el guante—:
Hagamos un trato. Si me equivoco, prometo no volver a meterme en ningún lío.
¿Quién resultará vencedor? La competición se ha abierto. Damas y caballeros, hagan sus apuestas.
La autora
Ana Bolox es licenciada en filología inglesa.
Ejerce como profesora de idiomas, español e inglés, y ha trabajado como
traductora de textos científicos. Es escritora de novela policiaca y editora de
su propio blog, Detrás de un escrito, donde imparte y ofrece tanto talleres de novela policiaca como servicio
de mentoring para escritores.
En 2015 publicó en ebook su primer
libro de ficción, una serie policiaca que lleva el título genérico de Carter
& West, con el que recupera la novela de misterio al estilo cozy para el público de habla hispana. Publicado
en papel un año después por Medianoche Editorial, comenzó también a crear la
serie Las cosas y casos de la señora Starling, que como en el caso
anterior, sigue el estilo clásico de novela policiaca, pero en esta ocasión
situado en el Nueva York de finales de la década de los 70.
Publica también libros de ayuda al
escritor, como Los cuatro pilares de la
ficción o Cómo construir tu novela
en 10 preguntas.
Forma parte de la redacción de las
revistas Sólo novela negra y MoonMagazine, en la que, además de su
tarea de redactora, se hace cargo de una sección fija, dentro del Club
Literario, titulada “Construye tu novela con Ana Bolox”. Participa, además, y
colabora activamente en blogs relacionados con el mundo de la escritura. Es
directora y presentadora del programa de radio Vidas Asesinas, en Radio Ya, un programa de acción que cuenta casos
reales de personas cuyo instinto fue el de matar.
Impresiones
Ya sabéis o si no os lo digo ahora, que
me gusta la novela cozy o misterios agradables, esas novelas que beben de las
novelas clásicas de misterio, de la Golden Age. Y un exponente de este estilo
de novela es Ana Bolox, una
escritora española que tiene dos series que me gustan mucho, por un lado, la
serie de Carter & West,
ambientada en los años cuarenta en Inglaterra; y por otro, Las cosas y casos de la Sra Starling, ambienta en el Nueva York de
finales de los años 70, del cual forma parte el libro que os traigo hoy.
Anne Starling es profesora de astrofísica de la Universidad
de Columbia y está casada con un diplomático, James Starling, destinado en
Nueva York. Su vida le aburre, por lo que no duda en entrometerse en algún que
otro caso de asesinato y es ahí donde conoce a el detective Arthur Crawford, al
que vuelve loco con sus ideas y al que no le hace mucha gracia que se meta en
investigaciones, pero reconoce que cuando entra en su vida, esta se vuelve
menos aburrida. Y siempre acaba ayudándola.
En esta novela, Anne Starling tiene una cita a las cinco con
las Diplomatic Ladies’ Society, una cita a la que no le apetece ir. Recibe una
excusa perfecta para no ir, la carta de
Drew Peterson, un policía lleno de deudas de juego que fue acusado de matar a
su esposa, 20 años menor que él e hija de Benjamín Savio, un hombre rico que
promete hacer todo lo que sea por verle en la silla eléctrica. El gran jurado
le absolvió, pero tres días más tarde es encarcelado por el asesinato de
Christy Rider, una de las secretarías del laboratorio de policía donde se
custodiaba una toxina botulínica, que parece ser la que mató a Kathleen Savio.
Drew Peterson pide a Anne Starling que investigue la muerte de Christy, pues él
jura que no la mató, que le han tendido una trampa. Anne le cree y decide
ayudarle. Cuando Arthur Crawford se entera, intenta convencerla de que no lo
haga, que Peterson es culpable y no dudará en apostar con ella, si resulta que
es culpable, Anne no volverá a meterse en líos, y si no lo es, Crawford deberá
ayudarla siempre. ¿Quién ganará la apuesta?
Mientras, Crawford está preocupado por lo que sucedió en los
Hamptons las últimas Navidades, así que no dudará en investigar los negocios
que James Starling, Alexander Carnegie, Julian Snyder y Martin Wolch se traían
entre manos y que puso en peligro a la Sra Starling (para saber que pasó tenéis
que leer el anterior libro). Por lo tanto, tenemos una trama principal y esta
subtrama de semiespionaje, que tendrá peso en las siguientes novelas de la
serie.
Como ya os he dicho, esta novela forma parte de la serie Las cosas y casos de la Sra Starling, es
la tercera novela, y aunque se puede leer por separado, yo os recomiendo que no
lo hagáis, que es mejor que las leáis en orden, pues así conocéis mejor a sus
protagonistas y la relación entre Crawford y Anne Starling, y la relación de
esta última con su marido. Un trío bastante peculiar.
Ya solo me queda deciros que si os gustan las novelas de
misterio clásico no os podéis perder esta serie porque no solo tendréis
misterios que resolver, sino también un poquito de romanticismo, muchos toques
de humor (no os podéis perder los diálogos entre ellos, son muy divertidos),
celos, amor, broncas y en esta última novela hasta una apuesta entre los
protagonistas, quién ganará.
Con una prosa sencilla, capítulos cortos y una ambientación
impecable, Ana Bolox nos deleita con una trama bien hilada y unos buenos
personajes principales. Todo lo indispensable para pasar un buen rato de lectura: crímenes, investigación, comedia
y romanticismo.
4 estrellas en
Goodreeds
Os dejo el enlace de Amazon:
Nos leemos,
Ayla
Pd: Me ha encantado la dedicatoria...