Muerte en el Burj Khalifa

Sinopsis

Una divertida chick-lit detectivesca ambientada en la tradicional y lujosa ciudad de Dubái.

Un anochecer de principios de verano en Dubái, en vísperas del Ramadán, una joven emiratí muere súbitamente en el ascensor del Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo.
Un hallazgo inesperado en los análisis de sangre post mortem que se le practican pone en peligro el buen nombre de la fallecida, así como el de toda su hamula.

Su padre, el poderoso Khwaja Al Falasi, con el objetivo de esclarecer los hechos de una forma discreta, solicitará a Hessa, una joven abogada viuda perteneciente a su misma familia, una investigación paralela a la de la policía. Hessa, aunque se dedica a la defensa ante el tribunal de la sharia de los casos de divorcios khula solicitados por mujeres y no conoce nada del mundo en el que tiene que centrar la investigación, no podrá negarse a la petición de su tío. Pero la vida continúa y la joven abogada, vestida con su abaya, la túnica negra típica de su país, en su versión más estilosa, deberá compatibilizar sus indagaciones con el ayuno y celebraciones propios del Ramadán, las oraciones y visitas a la mezquita, las reuniones y enfados familiares, las compras en los centros comerciales y las citas en los centros de estética…

La investigación le dará también la ocasión de conocer más a Ahmed, el hermano mayor de la fallecida, que le ayudará en sus averiguaciones.

Impresiones

En esta novela nos vamos a encontrar con dos géneros, el chick lit y la novela de misterio; pero no una novela de misterio de las de ahora, sino más del estilo clásico, a lo Agatha Christie. Os acordáis de Hércules  Poirot, pues de ese estilo: nos encontramos a una protagonista que se ve envuelta en la investigación de un crimen y que va de pista en pista hasta encontrar la solución. No hay crímenes sangrientos, ni trama psicológica, ni un asesino en serie al que hay que atrapar en tiempo límite, ni hay giros argumentales sorprendentes que te cambien los esquemas, etc. Vamos, una novela de misterio clásico sin grandes sorpresas ni con ese frenesí al que se enfrentan los investigadores/policías/psicólogos por encontrar al asesino. Pero el crimen y el misterio en sí, están bien estructurados y se resuelven de forma aceptable y creíble.

Luego tenemos la trama chick lit, pues a nuestra protagonista le encantan las compras, la ropa, el maquillaje, los bolsos de marca, toda clase de tratamientos estéticos,… Y a pesar de ser musulmana en un país musulmán donde la mujer suele estar supeditada al hombre, es una mujer independiente , con ideas propias y un trabajo como el de abogada que le permite tener cierta libertad. También vamos a encontrar temas como el amor, la religión, las tradiciones…

Un punto a su favor, y que me ha gustado, es que vamos a conocer un tipo de cultura a la que no estamos acostumbrados. Unas mujeres que, a pesar de tener que ir tapadas, les preocupa la moda y el estar guapas y, en este caso, como son national (forma de referirse a la población autóctona emiratí) suelen tener posibilidades económicas que les permiten tener acceso a todos sus caprichos. Pero a pesar de que su vida está supeditada al matrimonio y a tener hijos, nos encontramos a Hessa, nuestra protagonista, con una libertad que no tiene muchas mujeres de los Emiratos y a la misma vez nos encontramos a su hermana Lubna más tradicional, casada y con una hija que tras su matrimonio decidió dejar su carrera profesional; cosa que no hace Hessa, que aunque se casó y enviudó no dejó de ser abogada y ganarse la vida defendiendo a las mujeres musulmanas en casos de divorcio, algo no muy bien visto por toda la sociedad emiratí.

La autora utiliza un lenguaje sencillo y ameno con palabras árabes: abayas (las túnicas negras que suelen vestir las mujeres emiratíes), burka, Hamula (clan familiar), Harira (sopa de lentejas, garbanzos y carne que se toma durante el Ramadán),etc. Y expresiones tales como Al hamdulillah (alabado sea Alá), Ahlan was sahlan (Seas bienvenido), etc. Un gran acierto que nos acerca más al mundo árabe y a sus costumbres, de los cuales la autora es una enamorada, lo intuimos en su prosa y en la forma de describirnos a la ciudad de Dubái, donde se desarrolla la novela.

No es una novela que nos tenga en tensión, pero sí que se hace amena y agradable de leer. No es tan adictiva como a las que últimamente estamos más acostumbrados, pero se lee de forma rápida y entretenida. Tenemos un poco de todo. Y creo que la autora nos va a sorprenden con otra entrega de esta peculiar investigadora.

Así que si queréis pasar un rato agradable y divertido, os gusta la novela chick lit y la de misterio, y además queréis conocer algo de la cultura árabe, no os podéis perder esta novela.

Tres estrella en Goodreads.

Nos leemos,

Ayla