Para morir siempre hay tiempo, de Carmen Conde

Título: Para morir siempre hay tiempo

Autor: Carmen Conde

Editorial: Ediciones B

Año publicación: 2016

Temas: Policíaca y Espionaje

Sinopsis

Escritora frustrada, obsesiva y adicta a los medicamentos, Julia Irazu es una auténtica experta en complicarse la vida, pero esta vez los problemas vienen de fuera. De manera accidental se ve envuelta en una red de tráfico de arte, entre intereses millonarios y delincuentes sin escrúpulos, y conoce a Viktor Sokolov, un supuesto espía ruso junto al cual vivirá una aventura llena de peligros entre Bilbao, Palermo y San Petersburgo.

Paradójicamente, será entonces cuando Julia descubra un principio básico que desconocía. Y es que, para morir, siempre hay tiempo.

Dueña de una prosa adictiva y dotada de un fino sentido del humor, Carmen Conde irrumpe con fuerza en el actual panorama literario, dispuesta a robar muchas horas de sueño a los lectores con esta novela de espías que no se parece a ninguna otra.

Novela galardonada por unanimidad con el Premio de Novela Negra La Trama.

Impresiones

Es una novela totalmente predecible y poco creíble. Se nota que es la primera novela policíaca de la autora. Aun así es entretenida y se deja leer. 

La protagonista, Julia, es una escritora frustrada con poco éxito, borde, hipocondríaca y adicta a los medicamentos, sin familia ni amigos. Va a ser confundida con una espía rusa y sin quererlo se ve envuelta en un lío con espías y mafiosos rusos por el tráfico ilegal de obras de arte.

La novela empieza con Julia teniendo un accidente en plena noche: choca contra un coche que estaba en medio de la calzada, sale a ayudar al otro conductor y le salva la vida pues está teniendo un choque anafiláctico. Ella le salva y Viktor (un espía ruso), que así se llama el otro conductor, en agradecimiento le roba el coche y todas sus pertenencias por lo que Julia debe ir andando a su hotel. A la mañana siguiente, como no tiene dinero para pagar el hotel, no se lo ocurre mejor idea que robar el bolso de una mujer que se encuentra desayunando en el mismo comedor que ella; esta mujer está relacionada con el tráfico ilegal de arte y con Viktor.

Ahí comienza la aventura de la pobre Julia, que se vuelve a encontrar con Viktor y viajan de Bilbao a Palermo y de Palermo a San Petersburgo. Con el problema añadido de la dependencia de Julia hacía las pastillas y sus problemas personales. Es un poco surrealista porque tú no te vas con el primero que pase aunque te hayan confundido con una espía.

Por lo que si quieres algo entretenido, ligerito, sin muchas pretensiones pero que te haga pasar un buen rato, te puede gustar esta novela, ya que algún golpe simpático tiene, la protagonista es todo un personaje (un poco histérica, borde, esperpéntica…), es lo que más me ha gustado de la novela. En cuanto a la trama me ha parecido que no es nada novedosa y se queda un poco escasa, sin tensión, ya he dicho que es previsible. No es que no me haya gustado nada la novela, pero tampoco va a estar entre mis preferidas.

Nos leemos

Ayla