miércoles, 10 de febrero de 2016

Gran Hotel Babylon, de Enoch Arnold Bennet



Título: Gran Hotel Babylon
Autor: Enoch Arnold Bennet
Traducido: Carlos Ezquerra
Editorial. Erasmus
Año de publicación: 2010 (1902)
Temáticas: narrativa/suspense

Escritor y periodista inglés, trabajó para revistas y periódicos, llegando a publicar más de 3000 artículos. En el ámbito literario, se dedicó a la novela a partir de 1898, destacando en sus obras títulos como Cuento de Viejas, Enterrado en vida o Gran Hotel Babylon.
 
Esta última es la obra que le lanzó a la fama y fue escrita inmediatamente antes de su célebre Ana de los cinco días. La novela nunca ha dejado de reeditarse en Inglaterra y fue la obra que más beneficio económico le reportó de toda su carrera.

La escribió obedeciendo a un desafío. Trabajaba en la prensa londinense en la que los folletines serializados estaban en pleno auge y decidió escribir el suyo. 

Los diálogos poseen el humor, encanto e ingenio del mejor Bennet.

Sinopsis

Un multimillonario estadounidense, junto a su caprichosa pero sagaz hija, Nella, recalan en Londres, en el mejor hotel de la ciudad y por extensión del mundo civilizado, el Gran Hotel Babylon. Por un capricho azaroso, se convierten en los dueños del hotel y comienza la aventura de sus vidas, gracias a un director que se jubila anticipadamente, a un personal de servicio variopinto y algo deshonesto, a un príncipe empobrecido de la realiza que desaparece misteriosamente y al que han de ir a buscar, además de un cadáver, que también desaparece misteriosamente.

Impresiones

Intrigas políticas, derechos sucesorios, secuestros, desapariciones y la muerte es lo que vamos a encontrar en esta novela.

Bennet presenta una trama que en su época resultaba ágil y dinámica gracias a la dosificación de los distintos efectos tragicómicos, pero que hoy en día, a mi parecer, resulta lenta y a veces incluso pesada; su argumento parece un poco simplista para los gustos contemporáneos.

Hay que tener en cuenta que se escribió en 1902 por lo que para poder apreciar sus sutilezas y su trama (que hace hincapié en los tics sociales de la época), hay que verla con los ojos de principios de s. XX.

En algunos momentos me ha costado seguir leyendo. La trama no me ha enganchado nada. Esperaba encontrarme una novela divertida, con suspense y toque de humor. Y debe ser que no entiendo el humor de esa época porque no le he encontrado la gracia.

Y el misterio, no es tan misterio, porque desde casi el principio se sabe que es lo que está pasando. Tampoco engancha. 

En cuanto a los personajes, no me han impactado ni he tenido empatía con ellos. Les he visto demasiado ¿absurdos? Compran un hotel porque no les dan de cenar lo que quieren. Luego sin beberlo ni comerlo me meto en un lío que no tiene nada que ver conmigo  investigando un crimen. Creo que en esa época debieron de parecer raros y excéntricos y eso podía ser un aliciente para leer el  libro, pero que hoy en día no se ve igual.

Vamos que no es una obra que recordaré ni recomendaré. No es mi “tipo”.

Nos leemos


Ayla

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